Silencien las líricas y apaguen la razón, que la música instrumental está hablando al instinto

FOTO: Diario de Navarra Entro al teatro. Busco mi sitio. Lo hallo... Me quito la garbardina. Apoyo a su lado, en el respaldo de la silla, la prisa con la que he llegado. Y, por qué no, las expectativas y los pensamientos de camino al auditorio. Voy aligerando. Tomo asiento. Aspiro hondo. Sonrío a la joven del palco a mi derecha. Cómplice. Echo un vistazo al patio: lleno. Estaba claro. Suena la campana. Se ruega apagar los móviles. Quito el sonido al Iphone, y también pulso el off del cerebro, del entendimiento. Se apagan las luces, y con ellas la razón.