El directo de Two Door Cinema Club: arma de alegre poder masivo
Los Two Door Cinema Club en el Big Festival de Biarritz |
Es escuchar esas primeras notas del piano que acompañan la primera estrofa de Sun y emocionarme al momento. Este tema de los Two Door Cinema Club me ha tenido obsesionada últimamente. Es mi último Temazo de Amor, el que canto hasta la saciedad, el que escucho en bucle sin cansarme, y el que pensaba estar esperando como agua de mayo durante el bolo de los irlandeses el pasado sábado en el Big Festival.
Pero no. En Biarritz no lo esperé, porque cada tema me envolvió en un presente en el que poco importaban los momentos por llegar. Y es que, cuando interpretan majestuosamente un repertorio compuesto por Next Year, Something Good Can Work o I Can Talk, entre otros, difícilmente puedes estar esperando algo aún mejor.
Lo que ofreció esta banda en Biarritz: una experiencia alegre y liberadora como pocas. Los irlandeses subieron a escena con artillería pesada usando Sleep Alone como terapia de choque. Cinco segundos necesitaron para despertar a un tranquilo público que estábamos ya bailando como locos con ese segundo mítico Undercover Martyn a la vez que gritábamos ese pegadizo "To the basement people, to the basement".
Si las canciones ya son cañeras en sus álbums, en directo son desorbitantes. Cada nota te llega como un golpetazo de energía... y de alegría, porque es una energía que explande buen rollo. Las guitarras son un indiscutible, limpia una, la que el cantante va cambiando a cada tema, y mega distorsionada la otra, la del único que no da relevo a su mástil durante todo el bolo y se sirve del mismo canción tras canción.
Las otras armas de esta banda: una batería omnipresente, una elegante electrónica y unos sorprendentes sintetizadores que otorgan un poder inmeso a cada tema. Temas que se vuelven invasivos en directo y que llegan guiados por la delicada espiritualidad de Alex Trimble. El vocalista, vestido en un impecable traje y alternando sorbos de una fina copa de champán, transmite sus letras de amor con una femenina delicadeza que contrasta con los masculinos meneos que le pega al mastil. Cierra los ojos, mueve las manos interpretando lo que canta, se deja llevar de lado a lado cuando se sienta al teclado...
Concierto de TDCC en Glastonbury 2013: mismo repertorio que en Big Festival 2013
Conocí a los irlandeses por ese clásico suyo What you know capaz de llevarte a la más alegre luz en el día más oscuro. Y con este tema despidieron el bolazo de Biarritz durante el que sólo pude reafirmar mi devoción por esta banda. Porque entendí que no sólo componen una música y unas canciones brillantes, sino que además tienen un directo con una energía de alegre poder masivo.
The Dedicated Nothing: unos teloneros a la altura de las circunstancias
Los encargados de abrir la velada y preceder a los TDCC eran los franceses The DedCats. Después de haberles visto dos veces los últimos meses, sólo puedo decir que lo que escuché en Biarritz el sábado me sonó a nuevo. Con unas intros muy curradas que no les había escuchado aún, y alargando la instrumentación de algunas partes de sus recientes temas presentaron su repertorio con un cariño y un trabajo implícito digno de aplauso.
No debió de ser fácil aparecer en un escenario custodiado por no más de 200 personas, de las que 100 estaban sentadas. Pero supieron animarnos, calentar el ambiente, y preparar el terreno a los que estaban por llegar. "Estamos muy centrados en trabajar mucho nuestro directo", me confesó el vocalista durante una entrevista anterior a esta actuación. Y al verlos en acción el sábado se me escapó una sonrisa de esas que indican "ahora entiendo de lo que me hablabas". Fueron una grata sorpresa, muy grata.
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