La Radio Encendida, crónica de una jornada con la Música de ilusión y los Lori Meyers por objetivo

Los Lori Meyers durante la prueba de sonido de La Radio Encendida de Radio 3
Un día de música en directo protagonizado por algunas de mis bandas favoritas, organizado por mi radio predilecta, y presentado por mis admirados locutores era motivo más que suficiente para hacer maleta y bajar a Madrid a vivirlo de primera mano. La Radio Encendida de Radio 3 nos invitaba a disfrutar una vez más con Kiko Veneno y el Rulo; a descubrir a Jorge Pardo, a Depedro o a Solletico; a conocer de cerca a Dorian y a L.A; a ponerles cara y gestos a esas voces con las que vivo a diario; pero sobre todo nos llamaba a aullidos a escuchar los temas de Impronta en primicia, y a ponernos frente a una banda cuyos temas de los dos últimos discos me tienen loca y que jamás había visto en directo.

Los Lori Meyers iban a estar allí, Carmona y Virginia Díaz presentarían algunas de las actuaciones, y con la excusa se podía planear un fin de semana divertido en la capi. No había duda: había que asistir a la fiesta de Radio 3 en La Casa Encendida de Madrid.  

Así que para allí me fui en busca de mi aliada para la hazaña el viernes. Nos perdimos por Malasaña y La Latina entre cervezas, nos dio tiempo a pegarnos una carrera de 15 km para conocer los edifcios más emblemáticos de la ciudad a zancadas, a visitar La Casa del Libro, a intentar conocer los impresionistas en el Thyssen, pero no nos dio tiempo de llegar a casa pronto y serenas el sábado por la noche para poder estar desayunadas y cerveza en mano a las once de la mañana en la puerta de La Casa Encendida.

Por eso nos plantamos allí pasadas las doce y media del mediodía, un poco atontadas por la resaca y por el enorme brunch, y nos encontramos con una cola que rodeaba el edificio. Sorprendidas nos sumamos a la fila  sin saber muy bien a donde nos llevaría la espera...  

L.A durante su actuación en La Radio Encendida el domingo 7 de abril

12.30 horas: comienza la aventura

El hecho de que hubiesen repetido hasta la saciedad en RNE3 eso de "entrada libre hasta completar el aforo" nos tenía un poco confusas y preocupadas. No entendíamos bien cómo funcionaba el acceso a los conciertos, por eso queríamos estar allí pronto y garantizarnos la asistencia con el madrugón; pero fallamos. Así pues, cogimos posiciones, compramos birras a los indios que las vendían por allí, y empezamos a interactuar

Cuando la primera caña fue eliminando la tontera, ella siempre tan infalible, descubrimos que nadie tenía ni idea de cómo funcionaba el acceso. Yo mantenía que una vez dentro te quedabas, pero que te desalojaban del Patio y del Auditorio a cada bolo para rotar a la gente: ILUSA. Sólo había que llegar hasta la puerta y lo demás era pan comido, pensábamos pasadas las doce del mediodía

Nuestras primeras birras recién llegadas. Cinco minutos después de llegar ya había cientos de personas tras nosotras

13.30 horas: la mujer de la revelación

Cuando llegamos a doblar la esquina, más de una hora después de nuestra llegada, una mujer que había logrado estar dentro, y que se coló delante nuestro, nos explicó: nos quedaba poca distancia hasta la puerta principal, aunque tardaríamos en recorrerla, y sólo nos dejarían permanecer dentro del recinto durante uno de los conciertos y nos desalojarían al acto para volver a la cola

Entendimos entonces que era imposible cuadrar la llegada a la puerta con el horario de las actuaciones de los grupos que queríamos ver. A estas alturas del avance ya charlabamos bastante con las tres chicas de detrás nuestro. "¿Vosotras a quiénes no os queréis perder?", preguntamos. "A los Lori Meyers", respondieron. "Nosotras también....no sé cómo, pero lo conseguiremos. Aún quedan más de cinco horas así que...", dedujimos.  

Como ya teníamos amigas de cola se amenizó la espera. Nos fuimos turnando para ir a por más cerveza: ya no se las comprábamos a los indios, a estas alturas ya habíamos descubierto que en el chino del barrio se cotizaban los 70CL de cerveza a un euro. Y el paseo hasta allí permitía frecuentar el baño del bar de al lado, e incluso hacerse con bolsas de patatas y chasquis. Esto marcó un antes y un después en la cola. 

Seguimos entonces avanzando y bajando birras, pitillos y patatas fritas con la misma frecuencia. Ya  distinguíamos la puerta y estaba cada vez más cerca. Debían de rondar las dos y algo del mediodía, y seguíamos avanzando.  

Menú cola La Radio Encendida 2013

14.50: tomamos la decisión acertada

Veíamos ya las furgonetas de RTVE y de RNE frente a la puerta. No nos quedaba nada, la gente se agolpaba a nuestro alrededor y gritaban el inicio de Julián Maeso. Nos dejamos arrastrar y nos fijamos en que había un grupo parado en la esquina de la puerta que, aún estando delante nuestro, no entraba. "¿Por qué no entráis?", preguntamos. "Porque queremos ver a Lori Meyers": respuesta obvia. "Nosotras también, ¿y?", esa vacilona resaca mezclada con una gracia post birras no nos dejaba entender nada. "Que si entras ahora y te sacan a las 16.00 horas no te da tiempo a hacer cola otra vez para estar dentro a las siete", explicaron. 

OBVIO: había que ejercer de primeras de la fila durante cuatro horas, después de más de dos horas ya gastadas, para escuchar en directo Emborracharme. Fue entonces cuando se acercó personal de la organización a preguntar a ver qué hacíamos: sí existián, vestían camisetas rojas y verdes, y hasta respondían a tus preguntas. 

Tras una corta y nervisosa conversación con el personal que nos confirmaba lo planteado por el otro grupo lo decidimos: nos quedábamos tras la simpática cuadrilla y nos convertíamos en las segundas de la fila para Lori Meyers. Nos convertíamos Andrea, Marina, Lucía, Esla y yo, porque a estas alturas ya no éramos dos, sino cinco unidas para llevar a cabo una gran misión: estar en primera fila de los Lori Meyers.

La foto que subimos al Twitter confesando nuestra elección a nuestras bandas queridas

15.40: entramos....aunque volvimos a salir

Nos reorganizamos entonces para ir por más cervezas: la espera iba a ser larga, pero el premio grande así que no había que dejar de animarse. Visto lo visto decidimos copiar la estrategia de los primeros de la fila, lo tenían francamente bien pensado estos chicos: dividirse en dos grupos para guardar la posición y ver al menos otro concierto antes de los Meyers y ver cómo era la cosa ahí dentro

Andrea y yo nos decantamos por Rulo y La Contrabanda, nuestras compañeras preferían asistir a Kiko Veneno, a Andrea más le daba uno que otro y yo había visto a los dos, pero tengo debilidad por el canalla cántabro, así que entramos a escuchar al compositor de la disuelta La Fuga

Rulo durante su actuación en La Radio Encendida: era cierto que había conciertos ahí dentro y estábamos en uno

16.45: la cosa se complica

Este concierto nos inyectó una dosis de alegría y seguimos a la espera fuera conversando con el resto y riéndonos mucho. Hasta que momentos previos al concierto de Kiko Veneno, algo antes de las 17.00 horas, aquella cola se desmadró. La gente empujaba por entrar sin piedad, dejábamos de ser las segundas de la fila para ser un grupo al que zarandeaban y se le colaban a mares, y no podíamos ni abrir las cervezas restantes

Entraron todos para el concierto del andaluz y nos replanteamos la estrategia: había que ser más agresivas en la próxima entrada a Patio o nos comerían vivas y no lograríamos nuestro objetivo. Reapareció entonces la morena de la organización junto con el guarda de seguridad, seguían existiendo, y se entregó a poner orden. En su  intento cogió a una de las compañeras de grupo primero y gritó: "A ver. Esta chica es la primera para Lori, así que no empujéis para poneros delante e ir poniéndos todos detrás o no entráis". MOMENTAZO. 

No era fácil hacer entender nada a nadie a esas alturas, pero nosotros, que entendimos nuestro triunfo, nos lanzamos a gritar y aplaudir como locos. "La primera de la fila para Lori Meyers". Después de tantas horas y tantas latas aquello fue brutal. 

La organización intenta poner orden en la cola de La Radio Encendida 2013, pero a esas alturas ya está complicado

18.00: ya no queda nada

La última hora la dedicamos a luchar por nuestras posiciones, obacionar al de seguridad que tenía una tarea imposible y a la ayuda de la cual nos entregamos encantados, y a matar las últimas latas con los nuevos llegados. Más de uno nos alcanzó posición, y a algunos les dejamos colarse contentas dada su gracia. Éste fue el caso de unos compadres de los Lori Meyers, que con sus cajetillas de tabaco llenas, sus cachis (léase minis en Madrid) y su gracia granaina divirtieron mucho el último rato de espera. 

Para entonces ya habíamos optado por meternos en el hall de La Casa Encendida, y haríamos todo lo necesario por que no nos movieran de allí. Aquello era una locura y vinieron al rescate de nuestro gran segurata otros tantos. Algunos de ellos no de seguridad, sino de esos que llevaban tarjetas rosas colgando del cuello acreditando que podían tomar decisiones.  

Nos explicaban cómo iba lo de la entrada, y nosotras nos partíamos: llevábamos cinco horas ante aquella puerta y sabíamos mejor que nadie cómo había funcionado el acceso hasta ese momento. 

Los granadinos: chiquito Arte tenían estos dos

18.50: un gran Pepe nos mete en la prueba de sonido de los Lori Meyers

Queda menos de un cuarto de hora para que nos den paso y ocurre lo inevitable después de llevar todo el día bebiendo cerveza: me meo de una manera incontrolable y como no visite un baño en los próximos cinco minutos amenazo con hacérmelo encima. Busco nerviosa a mi guardia de seguridad para pedirle que me deje entrar al servicio de dentro y volver a salir: llegar hasta el bar frecuentado durante toda la jornada es a estas alturas imposible. Pero reconozo a mi segurata lejos de la entrada del edificio: no puede oírme. Empiezo entonces a quemar cartuchos y me centro en un señor con gafas y poco pelo llamado Pepe, según dice, que lleva una de esas tarjetas rosas al cuello

Le resumo yo mi problema y nuestras horas de paciencia para estar en el patio en diez minutos. Y él, que confía en mi palabra de segunda de la fila, me coge por el brazo y me dice: "Venga vamos". Entre mis agradecimientos caigo en la cuenta de que me estoy separando de mi grupo y empiezo a gritar a Andrea para que se sume a mí: si nos separamos entre la marabunta lo mismo nos perdemos.

Pepe la deja entrar conmigo y, cuando llegados frente al segurata de la puerta del Patio éste nos frena la entrada. Pepe vuelve a currárselo y le dice que va de su cuenta, que nos deje entrar, y que no hace falta que volvamos a salir. 

Así es como nos encontramos entonces en las pruebas de sonido, con los Lori Meyers tanteando instrumentos ante nuestros ojos. Brincamos hasta el baño, y rápidamente volvemos al auditorio. Empezamos a tararear las canciones que están ensayando, grabar vídeos y disparar fotos con el móvil. El resto de los allí reunidos, mi amado Carmona entre ellos, están charlando tranquilos y nosotras rompemos a reír: somos unas frikies, estamos grabando y bailando en una prueba de sonido. Pero es que, como bien afirmó Andrea, "ellos se han despertado hoy sabiendo que iban a estar aquí, y tú y yo hemos dudado a ratos que nos dejasen entrar"

Nuestra emoción nos llevo a tararear temas durante la prueba de sonido y a tomar fotos tan hipnotizadas estábamos

Vídeo de la prueba de sonido: emoción al poder

19.00: CONSEGUIDO. ESTAMOS EN PRIMERA FILA

Lo que viene después: atrincherarse en primera fila, ver como Virginia Diaz presenta a los granadinos, y empezar el concierto con Mi Realidad. Fue sólo media hora, pero jamás un concierto me había emocionado tanto. Me cantaban mis temas preferidos sus creadores, todos los compañeros de fila estábamos dentro, y que te canten en directo "a veces pienso que no existen todos mis complejos, y a veces pienso que no existen todos mis defectos, que vienen de mi mente de un recóndito lugar (...) pero es que no puedo soportar, y sabes que me cuesta la vida, pensar que todo era mentira e irreal" es mucho más especial que oírlo desde casa. 

Gracias por eso Lori Meyers, gracias por todo lo demás Radio 3 y compañeros de fila.

Noni nos canta nuestras canciones preferidas

Vídeo de Mi Realidad en directo en La Radio Encendida de Radio 3

Lori Meyers interpretando Impronta: 


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