¿Caldereros?

Los caldereros desfilarán por San Sebastián el sábado por la noche. Foto: Caldereros de la Hungría 1884


San Sebastián fue lugar de paso de cíngaros en el siglo XIX. En aquella época, llegaban a la capital guipuzcoana tribus errantes de gitanos originarios del centro de Europa, que se ganaban la vida reparando utensilios de cocina. Cuenta la historia, que estos grupos de nómadas se asentaban en las afueras de la ciudad, y visitaban el centro de la villa en busca de trabajo, anunciando sus servicios a golpe de sartenes y cacerolas. Se cuenta también que en el año 1824, unas familias trashumantes procedentes de Turquía desfilaron por las calles de Donostia el dos de febrero, celebrando la festividad de la Virgen de la Candelaria.

Y hasta la fecha, esta tradición se ha mantenido viva con las comparsas de Caldereros que recorren las calles de Donostia a ritmo de panderetas, sartenes y martillos, bailes y música coral en vísperas de los Carnavales. Desfilan con caballos alumbrados por antorchas escenificando las costumbres de la comunidad gitana: una raza errante rendida al oficio de la reparación artesana de objetos metálicos, a la doma de animales salvajes con los que ofrecer espectáculos, y que se movía por el mundo cantando. 

Los hombres cantarán cinco canciones de Sarriegui a ritmo de sartén. Foto: Caldereros de la Hungría 1884


La comparsa más antigua de San Sebastián es la de Caldereros de la Hungría 1884, que desfilará por las calles de la Parte Vieja el sábado a partir de las diez menos cuarto de la noche. Esta agrupación está compuesta por 17 tribus diferentes, correspondientes a diversas Sociedades Gastronómicas y grupos de amigos, que reúne a 200 personas. Entre ellos, la Reina del Carnaval, interpretada este año por Martín Estebanez, las Damas, el Domador o el Oso, que son los personajes principales del acto. 

Las voces cobran especial importancia en esta agrupación, que entona las piezas compuestas por el maestro Raimundo Sarriegui para la ocasión hace 124 años en clave coral. Así  lo manifestó el presidente de la Junta Directiva de Caldereros de la Hungría, Pedro Arribas, en rueda de prensa al confesar el intento de la comparsa de ser "una gran coral". 

De hecho, varios miembros del Orfeón Donostiarra, componen las filas de esta agrupación que interpreta seis temas durante el desfile: cinco de ellos masculinos y otro, incorporado al repertorio en el 2008,  con voces femeninas. Éste último es Noi Siamo Zingarelle, la Traviata de Verdi, llegó a los caldereros "para hacer más partícipes a las mujeres, aún cuando se mantiene la parte tradicional de la fiesta", según palabras de Arribas.  

Las cíngaras bailan a ritmo de pandereta, e interpretan una traviata de Verdi. Foto: C.H. 1884 

Los de la Hungría comenzarán el desfile en la calle Igentea y recorrerán el casco antiguo, haciendo varias paradas e incluso un campamento en la Plaza Sarriegui. La parada más esperada será la del Atrio de la Iglesia de Santa María, que Arribas anunció será la "más especial y espectacular por el escenario, la acústica, la iluminación, y por ser un lugar muy entrañable para todos los donostiarras". Con todo esto, se estima la llegada a este punto sobre las once y media de la noche, para seguir después por la calle Mayor, la del Puerto, Fermín Calbetón y Mari, y ofrecer el colofón frente a las sociedades Aizepe y Gaztelubide. 

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