Que todo cambie junto al mar
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| Imagen del capítulo 226 de Cuéntame cómo paso |
"Cambia el rumbo el caminante, aunque esto le cause daño. Y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño. Cambia, todo cambia. Cambia, todo cambia", le cantaba ayer por la noche Mercedes Sosa a Mercedes Alcántara en el baño más simbólico de Cuéntame cómo pasó. Simbólico porque la matriarca de la familia de San Genaro acaba de entender que muchas cosas van cambiar, y este baño implica mirar esos cambios con valentía.
Porque acaba de descubrir un desagradable obstáculo en el camino, y va a afrontarlo. Y para ello se desprende de ese miedo que no le había dejado bañarse en el mar, porque no sabía nadar, y entra en el Mediterráneo. Al amanecer, cuando un nuevo ciclo nace. Al mar, que con su agua Todo lo limpia, que con su salitre Todo lo fortalece.
El obstáculo que atormenta a Mercedes es un bulto en el pecho: la muerte se le manifiesta con una de sus tantas caras. Y no es el único personaje de la serie que piensa en ella y en cómo afrontarla. También está el matamulas pensando en su final, y él tiene claro su deseo de llegar a él viviendo lo mejor que sepa. Como Merche, sin miedo....y pensado, no tanto en afrontar la muerte, si no en afrontar la vida. Que a fin de cuentas, la vida es la única que podemos afrontar.
Este baño de Ana Duato en el mar me recordó las palabras de unos amigos que cantaban que "si en esta vida que alguien nos da, a mí no me quedan ganas de luchar ya por nada. Si no hay camino por el que caminar. Y si mi destino ya no es la libertad".
"Si ya no queda por lo que sufrir, ni una simple esperanza de que algo bueno tiene y debe de venir. Si tú a mí me ves que no soy feliz. Y si ya no puedo hacerte sonreír... Si ya no hay nada más que una gran oscuridad, tú llévame a un lugar muy cerca del mar". (Llévame, de The Billie Jeans)
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