La autenticidad del Rulo y La Contrabanda despierta fervor en el Principal

Rulo y La Contrabanda durante la actuación en el Teatro Principal de San Sebastián, el pasado sábado


Un concierto en un teatro predispone al público a adoptar un comportamiento pasivo, acomodado en la butaca, y refugiado en filas de asientos donde no hay sitio para el baile. A tomar esta actitud contribuye también el hecho de que esté prohibido asistir al recital saboreando una copa, aliciente de primer orden para alcanzar la desinhibición. Pero, ninguna de estas limitaciones frenaron a la audiencia del Teatro Principal de San Sebastián para aclamar al Rulo y La Contrabanda,  el pasado sábado. Porque la cercanía de Raúl Gutiérrez y la sinceridad de sus canciones bastaron para despertar el fervor de ese público que había agotado las entradas cinco días antes de la actuación, y que se personó en el auditorio con unas enormes ganas de interactuar con la banda, e incapaz de no cantar cada uno de los temas que los de Cantabria trajeron a Donosti

El Rulo y el Pati 



"Ya sabemos que lo de brindar con whisky en un teatro es una canallada", se disculpó el Rulo al inicio de un recital durante el que no abandonó el vaso. Pero a su público no pareció importarle el no compartir trago con el artista, porque estaban allí para rendir homenaje a esas canciones en las que se han refugiado para combatir el desamor, y a esas letras con las que se identifican porque hablan de sus modos de entender la vida. Acudían al Principal para enorgullecerse de "no haber hecho caso y de no ser tipos aburridos", para reafirmar que "las críticas con veneno resbalan sus oídos", y para aullar que "no quieren ningún gramo que no sea de su cuerpo". 

El público donostiarra: en pie, con las manos levantadas, y cantando con el vocal cada uno de los temas


Por eso se lanzaron a compartir a viva voz esos pareceres y sentimientos plasmados en las letras del Rulo desde el primer tema, y no pararon de cantar durante las dos horas de bolo. Así, la banda no entonó una sola canción sin los coros de su público, porque los de Donostia se las sabían todas y no perdieron oportunidad de demostrarlo. 

Los músicos, por su parte, les invitaron a compartir micrófono en todo momento. Lo hicieron mostrándose cercanos, hablando con los de las primeras filas y bajando al patio de butacas al final del acto. Y es que el vocal introdujo cada pieza citando a quien le había inspirado, contextualizando cuándo lo había escrito, y explicando la razón de sus composiciones. Porque, y según dijo, a él las canciones le sirven "para ahorrar dinero en el psicólogo, y para dar las gracias". 

  
En el centro, el Rulo, y a la derecha el Pati, que cambió de guitarra casi a cada tema,  con una slide guitar 


A esta sinceridad y sencillez de la que todos los componentes de la banda hicieron gala, hay que sumarle la maestría instrumental de los acústicos y la excelencia del percusionista. También teatro, a cargo de dos actores de la compañía Corocotta Teatro, encargados de abrir la actuación y de traer a escena las historias del de Reinosa. Y hasta regalos para las mujeres, a algunas de las cuales obsequiaron con rosas que los guitarristas les llevaron hasta las butacas antes de celebrar el último bis. 


La actriz de la compañía Corocotta Teatro, al inicio de la actuación en el Principal de San Sebatián


Así, hablando de temas universales como el amor y tratándolos con la autenticidad que merecen, transcurrieron dos horas de buen rollo durante las que las butacas se quedaron vacías. Porque temas como Como Venecia sin AguaTranqui por mi camino, Mi Cenicienta,  Heridas del R&R o La Cabecita Loca, no eran propios de ser recibidos con un comportamiento pasivo, ni acomodado en la butaca.







   






Comentarios

Christmas ha dicho que…
Zorionak Jásminka!!!!!!!!! Por el cumpleños también claro, pero sobre todo por lo bien que escribes y lo trabajado que tienes el blog, es una chulada.

Goza!

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