Ellos y no otros. Ellos: Belako


Cuando me preguntan por mi banda nacional preferida no dudo. BELAKO. Son ellos, y no otros, mis favoritos incondicionales. Cris, Iosu, Lore ta Lander. Podría argumentar mi elección, pero resultaría inútil dado que no me vuelven loca por todas esas virtudes que podría atribuirles. Porque sí: suenan de muerte, tienen una capacidad envolvente de vértigo, en directo lo petan, y la naturalidad con que mezclan guitarrazos rockeros con electrónica instrumental me alucina. Pero no los considero los mejores por eso, sino porque tienen algo que no tiene nadie más. Qué es: no lo sé. Pero cuando alguien me pregunta por ellos no titubeo al afirmar:"esos chavales son el puto orgullo de Euskadi, y al loro porque se van a convertir en el orgullo de territorios bastantes más grandes que el nuestro, eh". Como gurú pretenciosa no tengo precio, cierto.  

Lore y Lander en el concierto ofrecido  en Gazteszena el 30 de abril 2015, durante el festival Zé Premikin!
Los conocí en vísperas del Kutxa Kultur Festibala de 2013. Iban a tocar en el escenario principal y un amigo, llegado desde lejos para la cita, me insistía en escuchar su primer LP, Eurie, porque "los chavales se salen", aseguraba. Me gustó cuanto encontré en las pistas de Haunted House, Sea of Confusion o Vandalism. Pero no me enamoré de ellos hasta que bajo el sirimiri de aquel viernes de verano, me acerqué a la primera fila del concierto para hacerles unas fotos para un reportaje. 

Cris, Lander y Iosu durante el Kutxa Kultur Festibala 2013
Me embaucaron desde el segundo uno. Su actitud y juventud eran algo nuevo sobre las tablas para mí. Cómo se movían, cuánto se reían y qué alto gritaban. Se oyeron algunos truenos durante aquel, mi primer concierto de Belako, pero no eran nada en comparación con la tormenta sonora que ya nos estaba cayendo encima. 

Reconoceré haber temido por la integridad física de la bajista en varias ocasiones durante aquel bolo. De verás pensé que la cabeza podría despegársele del cuello en cualquier momento. Reconoceré también haberme quedado prendada de sus luminosas sonrisas. Por qué no reconocer que en el contraste del elegante atuendo de Cris con la fuerza salvaje de su interpretación hallé una autenticidad envidiable. Y sí, me emocioné mucho, pero mucho, cuando aquella niña subió a interpretar Euriesin miedo a ese entregado público que la ovacionaba apasionadamente, y segura de sí misma ante esas cámaras de familiares que le grababan desde abajo.

La niña capaz de poner los pelos de punta a todo el público del KKF 2013
Después de ese amor a primera vista los escuché en bucle una y otra vez. Mientras caminaba, trabajaba, corría o viajaba en autobús. Me enganché a su sonido de inmediato, pero me costó entender las letras de las canciones. Así, busqué las líricas en su web y entonces los de Mungia me pegaron un segundo bofetón de amor por sorpresa. Cómo podía ser que esos cuatro jóvenes menores de 20 años escribiesen temas con semejante contenido. La madurez de sus historias dista tanto de la inocencia de sus sonrisas que me quedé de piedra.
Lore antes del concierto en Gazteszena el 30 de abril 2015, durante el festival Zé Premikin!
Pero es que añejo resulta también su buen hacer en escena, y bien mascadas se me antojan las respuestas de estos cuatro cuando atienden a los medios. Porque, si bien es cierto que sus declaraciones son naturales y espontáneas, sus palabras indican que los cuatro han salido de casa con la cabeza bien amueblada. De lo contrario, los premios que les han dedicado y el nivel de los artistas con los que han compartido cartel y escenario les hubiesen arruinado ya. Como suele ocurrir con las bandas que no saben digerir su éxito y se rinden al cómodo y arrogante postureo de repente.


Pero según comprobé el viernes pasado, a ellos no les ha pasado esto todavía. Y ojalá no les acabe ocurriendo, porque ése sería el único obstáculo que estos cuatro no podrían salvar en su camino al altar más preciado. Dado que ya han dejado claro que el talento, su empeño por aprender y superarse, la capacidad para empatizar con el público o la buena acogida de su propuesta no son inconveniente alguno para alcanzar una elevada comunidad de fieles. No para ellos, que no son otros, que los grandes Belako.   
Lore y Iosu antes del concierto en Gazteszena el 30 de abril 2015, durante el festival Zé Premikin!
Lander durante el concierto en Gazteszena el 30 de abril 2015, durante el festival Zé Premikin!
El orgullo de Euskadi durante el concierto ofrecido en Gazteszena el 30 de abril 2015
Lore en Gazteszena el 30 de abril 2015. Ya he dejado de temer que se le caiga la cabeza al suelo durante el concierto
Lander durante el concierto en Gazteszena el 30 de abril 2015, durante el festival Zé Premikin!


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