Tonky Frans: "Aún creo en mí y en que puedo ser campeón del mundo"



Tonky Everon Frans lleva diez años en el Top 10 del Windsurf mundial en la disciplina de Freestyle, y aún sigue luchando por proclamarse el número uno. Este año inicia la temporada siendo el cuarto del ranking internacional y va a luchar por cumplir un sueño que la mayoría considera imposible a sus 31 años. Pero también parecía impensable que un niño de la isla de Bonaire (Antillas Holandesas) aspirase a ser algo más que un pescador, y este caribeño y su generación, convertidos en una fuente de inspiración para su pueblo, han demostrado lo contrario. 

22/12014 La Mirada de Jass: ¿En qué momento te subes a una tabla de Windsurf?
Tonky Frans: Yo tenía 10 años cuando empecé a pescar. Me encantaba capturar peces de colores: me parecía emocionante poder coger algo que nadie se había llevado antes.
En Bonaire, divisas dónde comienza a haber profundidad en el mar con facilidad. Y yo siempre quería que mi anzuelo llegase al agua azul oscura porque sabía que allí habría peces más grandes. Pero, aún teniéndola ahí al lado, no lo conseguía. Quería un barco para alcanzar ese agua, pero no podía tenerlo. Por eso un día le pedí material a Elvis Martinus, un hombre que trabajaba en la oficina de regata y que navegaba en su tiempo libre...sin declararle mi intención de llegar al azul oscura para capturar peces enormes, claro. -Ríe-

LMJ: ¿Y alcanzaste el agua oscura?
TF: No fue tan sencillo. Manejar el windsurf era un desafío, porque era algo nuevo para mí. Y en cuanto probé me olvidé de la pesca en cierta medida, y sólo quería pasar el rato con esa tabla y esa vela. De repente tenía un reto que alcanzar.

Tonky Frans en Las Cucharas (Costa Teguise, Lanzarote): su actual spot

LMJ: ¿Cómo fueron esos inicios en el Windsurf?
TF: Aquel hombre me explicó alguna noción básica cuando tenía 11 años. Me dejaban quedarme cerca de la orilla, pero no lejos: era pequeño y me protegían. Me costaba manejar el asunto, así que procuraba entregarme a ello cada día. Había una cuerda que usábamos para volver a tierra agarrándonos a ella nadando porque sólo sabíamos navegar en un sentido.
Estuve varios meses intentándolo una y otra vez porque me caía constantemente: era difícil. Pero fue así como me entró el afán de seguir, una y otra vez. Y cada vez sentía más libertad al hacerlo. Lo intentaba con una tabla muy vieja. Y cuando probé una tabla pequeña y tuve esa sensación de planear sobre el agua  flipé demasiado. 

"Si acabo siendo campeón del mundo: el sueño se habrá hecho realidad." 

LMJ: ¿Tenías alguna referencia, algún modelo en la isla?
TF: No. Por eso empecé a ver vídeos, porque me interesaba cada vez más. Sólo había un hombre que navegaba habitualmente en la isla cuando empecé. Era el único capaz de hacer Forward y me dije: "Eso es lo quiero hacer".
En aquella época encontré la película de Robby Naish y aluciné. Visionaba también vídeos de la PWA en Canarias y pensaba: "Quiero ir allí".

LMJ: Pero tendrías algo más que esos vídeos para aprender a navegar... 
TF: No, no. Aprendí a hacer las maniobras solo. Alguno me daba indicaciones y me explicaba cómo había que hacerlo, pero nadie era capaz de hacerlo. Todos hablaban, pero nadie lo hacía. Yo lo intentaba una y otra vez. Fui entendiendo el viento poco a poco... y mientras, me pegaba unas tortas impresionantes. Por aquel entonces era el único que hacía Freestyle. Debí de tardar dos años en hacer mi primer Forward, porque a los 16 seguía intentándolo...

Tonky Frans durante una manga del evento de la PWA en Fuerteventura en 2013. Foto: PWA

LMJ: De entrenar solo a entrar en el Top del ranking mundial. ¿Cuáles son los pasos?
TF: El paso tuvo que ver con un hombre de la marca de botabaras y mástiles Fiberspar que vino de vacaciones a Bonaire. Entonces había un evento PWA en América que ellos patrocinaban. En aquella época yo trabajaba en una escuela de windsurf y después me iba a navegar. Él me vió y me dijo que tenía que competir. Había un clasificatorio en Boston y me sugirió que participase. Su firma me dió mástiles y Gaastra las velas.
Así que fuimos los tres niños de Bonaire, The Bonaire kids: mi hermano Taty, Kiri Thode y yo.

"Haber pedido prestada aquella tabla y aquella vela ha sido la mejor decisión de mi vida."

LMJ: Una gran experiencia para tres niños, supongo...
TF: Sí, aunque no pude hacer la mayoría de movimientos que era capaz de hacer en Bonaire. Estaba nervioso, nunca antes me había sentido así. Pero aún así me clasifiqué. Por primera vez me compré un ordenador con mi propio dinero, el del Prize Money, y empecé a conectar con un nuevo mundo. Tenía unos 18 o 19 años, y luego vino todo tan rápido.




LMJ: ¿Qué es eso que vino después?
TF: Pues la isla empezó a darse a conocer por el tema del Windsurf. Yo también empezaba a darme a conocer y necesitaba ir a más eventos. Fui a Portland y me dije: "Si estoy entre los tres primeros, estoy preparado para la PWA". Lo conseguí y nos fuimos todos para Holanda. Era la primera vez que salía de Bonaire y aquel primer año visitamos la Costa Brava, el Lago de Garda en Italia, y Canarias, un lugar que ansiaba después de haberlo visto en tantos vídeos.

"Si pensase que lo hago exclusivamente por dinero, seguramente lo hubiese dejado ya."

LMJ: ¿Qué te dijo tu familia?
TF: Mi abuela no sabía que era tan bueno. Había gente que se lo comentaba, pero mi abuela no estaba interesada, no sabía que nuestro nivel era alto. Cuando le dijimos que nos íbamos a Estados Unidos y Europa se preocupaba por un lado, pero se alegraba porque traímos dinero de vuelta y entendía que éramos buenos.
Claro que cuando era pequeño no le decía todo, se lo fui diciendo todo según fui creciendo. Cuando había viento, por ejemplo, no iba al colegio. Y si me pasaba el fin de semana en la playa y no había viento, el lunes no iba a clase. Los turistas me llevaban hasta las playas y de vuelta a casa me decía: "Qué le voy a decir a la abuela". Era una auténtica misión.




LMJ: ¿Esas misiones de niño y adolescente te han compensado?
TF: Entonces me preguntaba: "Para qué hago esto". Se supone que tengo que ir a la escuela para encontrar un buen trabajo. Pero ahora lo entiendo: he viajado mucho, he conocido a mucha gente y me he divertido mucho, con dinero y sin él. Sin lugar a dudas haber pedido prestada aquella tabla y aquella vela ha sido la mejor decisión de mi vida.

LMJ: ¿Es cómodo vivir del Windsurf?
TF: Para ser franco, siendo un profesional no creo que esté reconocido económicamente como me merezco. Por eso pienso que no hago esto tanto por dinero como por amor a este deporte, por viajar, por divertirme. Es mejor tener esa mentalidad, porque si pensase que lo hago exclusivamente por dinero, seguramente lo hubiese dejado ya.

"Sólo tenía 20 años, pero creía tenerlo todo."

LMJ: Mantenerse en el Top 5 de Freestyle no debe de ser fácil. ¿Cómo trabajas para mantenerte ahí?
TF: Si quieres que te diga la verdad, no entreno al uso. Mi experiencia es que en las competiciones tengo un tiempo limitado durante el que voy a tener que competir contra alguien. Preparas tu cuerpo para ese movimiento determinado y peleas contra el viento, así que tienes que estar descansado y haber comido bien.
Para mí el entramiento o el peso no es la clave, sino la condición física y mental para poder dar lo mejor de ti en poco tiempo. La experiencia me dice que lo que me ha mantenido en el Top, a mí y a los demás, es hacer la misma maniobra de un modo diferente. Eso es lo que aprecian los jueces y eso es lo que hago: intentar mejorar mis maniobras para intentar llegar a la perfección.



LMJ: Los demás también lo harán. ¿A cuál de tus rivales tienes especial respeto?
TF: A mí mismo: siempre estoy intentando batirme a mí mismo. A fin de cuentas, cada rider es vencible. A todos nos han batido riders que no esperábamos. Todo depende de ese momento. Cuantas veces estás calentando antes de entrar al agua, todo parece claro. Entras, todo cambia, todo va mal y en un minuto te vencen.
Puedo hacer todas las maniobras que esperan de mí, pero siempre intento ofrecer al menos una maniobra nueva que no esperaban y que ninguno otro vaya a hacer. Por eso no temo a nadie....y además depende tanto de las condiciones de ese día.

"Lo que quería que ocurriese ya ha pasado, y me estoy limitando a disfrutarlo y ver hasta dónde puedo llegar con el deporte y con la edad."

LMJ: ¿Podrías mencionar alguno de los mejores momentos de tu carrera?
TF: He pasado por muchos eventos y uno de los mejores fue el de King of the Caribbean, en Bonaire. Fue al principio y el evento que me ha dado más Prize Money: todos los patrocinadores estaban contentos, y, sobre todo, fue cuando se creyó en mi potencial en mi casa.
A partir de ahí pude cuidar de mi mismo: me compré un coche, me saqué el carné de conducir. Y aún recuerdo el orgullo cuando le dije a mi abuela: "Abuela, puedo cuidar de mi mismo". Me sentí muy bien. Podía incluso ayudarla, y eso me encantó: ayudar a quien me lo había dado todo hasta entonces.
Sólo tenía 20 años, pero creía tenerlo todo. Entonces pude venirme al evento de Lanzarote, y también a Pozo Izquierdo y Fuerteventura. En esos eventos viví de los mejores momentos de mi vida. Podía hacer lo que quería...hasta ir al bar e invitar a todo el mundo, algo impensable hasta entonces.

Tonky Frans durante una manga del evento de la PWA en Fuerteventura en 2013. Foto: PWA


LMJ: ¿Y qué momentos crees que están por llegar?
TF: No lo sé. Diría que lo que quería que ocurriese ya ha pasado, y me estoy limitando a disfrutarlo y ver hasta dónde puedo llegar con el deporte y con la edad. Demostrar a la gente que el éxito en esto no depende tanto de la edad sino de lo que creas, de la fe en lo que hagas.
Llevo mucho en el Freestyle y la mayoría de riders se retira a los 30, todo el mundo dice que estoy mayor. Pero aún creo en mí, en lograr ser el campeón del mundo, y si no lo consigo, disfrutar de todo lo que rodea mi propósito.
Si lo logro este año, quedará claro que se puede a pesar de la edad. Yo mismo no estoy convencido de que pueda ocurrir, pero me levanto pensando que puede ser posible. El mantenerme en el Top 10 ya es un éxito muy grande, y ahora estoy en el Top 4. Pero si acabo siendo campeón del mundo: el sueño se habrá hecho realidad. 


"He trabajado mucho, y aún pueden pasar grandes cosas. Hay fe en ello." 

LMJ: Y si no ocurre...
TF: Me gustaría quedarme en el mundo del Windsurf profesional, y lo haría iniciándome en el Slalom. Quizás descanse dentro de un par de años, y después de eso volvería. Así, si no logro ser campéon del mundo en Freestyle, aún pueda lograrlo en Slalom. He trabajado mucho, y aún pueden pasar grandes cosas. Hay fe en ello. 

LMJ: ¿Dejaste Bonaire hace casi tres años, cómo llevas vivir en Lanzarote ? 
TF: Había venido unos 6 años seguidos: fue uno de los primeros lugares que conocí, y siempre quería quedarme más tiempo. Al final venía 3 semanas antes del evento para acostumbrarte a la gente y a las condiciones. Con el tiempo venir aquí fue significando visitar a personas a las que aprecio mucho como Antxón Otaegi, por ejemplo.
Amaba la isla de todo corazón, pero tenía un poco de miedo de trasladarme. Siempre hay viento, así que es posible y entonces conocí a mi novia y me mudé. Aquí hay viento muy fuerte, y además estoy en Europa, lo que facilita mis viajes. Desde Bonaire era mucho más caro.

LMJ: ¿Así que te seguiremos viendo navegar en Las Cucharas?
TF: Seguramente, pero pienso que hay un hogar en cada sitio. Si me quedo aquí, estará muy bien. Pero no descarto experimentar en otros sitios, sabiendo que Bonaire siempre estará ahí. Ahora voy allí para entrenar en febrero y marzo, y prepararme para el evento de Margarita.

LMJ: Pues que empieces bien la temporada, que la acabes coronándote campeón del mundo, y que disfrutes mucho mientras lo intentas. 
TF: Muchas gracias






       

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