Southend-on-Sea: paz marina a cincuenta minutos de Londres
Una ciudad del tamaño y la velocidad de Londres es una obra con obligado descanso entre actos. Cientos de personajes con una considerable carga dramática convivimos en escena a diario: compartimos prisas por llegar a la oficina después de varios trasbordos; competimos en carreras por la acera café largo en mano; nos enfrentamos en adelantamientos en las escaleras mecánicas del metro; y nos peleamos pacíficamente para lograr una mejor posición frente a la puerta del vagón del metro por llegar. Sin excepción, el Central London en horas puntas de oficina te absorbe, te acelera, y te enguye en su frenético ritmo . Y, aún cuando ser uno más de esos autómatas es divertido por lo pintoresco, y, desde luego, muy desperazador, al final del día, y no digamos de la semana, te embiste un agotamiento capaz de tumbarte. Por suerte, a menos de una hora en tren hay donde descansarlo: en Southend-on-Sea . Mar, casitas de colores ancladas en la orilla, un parque de atracciones, y...